Para nuestro propósito, escogeremos la definición de conducta más amplia posible, aquella que hace referencia a la interactuación entre un ser vivo y el medio en el que habita. Para que esta se pueda producir, necesitamos que cierta información vaya desde el medio hacia el ser vivo (ESTÍMULO), y que provoque una reacción en este (RESPUESTA). Esta última puede consistir en la simple excitación de un sensor, o en una conducta compleja que implique elementos racionales y emocionales.
Es fácil entender que el nivel de complejidad de la conducta dependerá del nivel de procesamiento de la información que llega al ser vivo desde su entorno inmediato. Todos los seres vivos poseen un sistema de procesamiento de la información básico que les permite sobrevivir, es el GENOMA. Un modelo de conducta simple consiste en una acción/reacción inmediata como la que puede observarse en seres unicelulares del tipo autótrofo que generan sus propios nutrientes mediante la fotosíntesis.
Por el contrario, en los modelos de conducta más complejos, entre el estímulo y la respuesta encontramos nuevos sistemas que procesan la información del medio ambiente de un modo diferente.
Cantar a la Luna es una conducta compleja que sería inexplicable si entre la luna y el canto no presuponemos la existencia de un Sistema Nervioso Central y de un Sistema Endocrino.
Tres son, por lo tanto, los sistemas biológicos que permiten y condicionan la realización de las conductas en los seres humanos y que vamos a intentar conocer un poco más en esta unidad:
1.- EL GENOMA
2.- EL SISTEMA NERVIOSO
3.- EL SISTEMA ENDOCRINO