1.2.- Origen de la racionalidad. La "solucionadora de problemas".

En nuestra historia evolutiva, se pueden rastrear los factores que hicieron que la racionalidad se constituyese como un elemento fundamental para asegurar nuestra supervivencia.  En un periodo de cambios bruscos de nuestro entorno, nuestra especie optó por la estrategia de flexibilizar su conducta para de este modo poder dar respuesta a las nuevas necesidades que iban surgiendo.

Para entender bien cómo la flexibilidad en la conducta puede suponer una ventaja adaptativa, podemos pensar en especies que están tan absolutamente especializadas en una determina estrategia de supervivencia, que un pequeño cambio que afecte a esta estrategia puede suponer su extinción (conoce la historia del pájaro Dodo»»).  La flexibilidad permite que nuestras respuestas ante los estímulos del medio no estén absolutamente determinadas sino que podamos modificarlas o innovar conductas nuevas. Para ello, necesitamos de un mecanismo que nos permita procesar la información que nos llega del medio, crearnos un mapa del entorno en el que nos encontramos, valorar la situación respecto de nuestras necesidades y recursos disponibles, proponer estrategias de acción y ejecutarlas de la manera más eficiente posible.