2.1.- Espacio y tiempo. Teoría de la Relatividad.

El tema del espacio y del tiempo es uno de los temas que suscitaba mayor interés entre los científicos y los fílósofos de la época. En el siglo XVIII, Kant afirmaba la subjetividad de ambos. Según su propuesta, el espacio y el tiempo son las condiciones de posibilidad (método trascendental) de nuestra experiencia y por lo tanto, nada que esté fuera de este espacio y este tiempo, puede experimentarse. De alguna manera, Kant entendía la estructura espacio/tiempo como unas gafas que los humanos estamos obligados a usar para conocer la realidad. Sin esas gafas, no vemos nada, y con ellas, todo lo vemos tamizado por el filtro del espacio/tiempo.

Frente a esta concepción psicológica del tiempo, Newton defendía la visión de un tiempo y un espacio absolutos, objetivos y universales. Sobre esta visión, algunos proponían que este espacio estaba relleno de Éter (el antiguo elemento del que estaba hecho el mundo supralunar de Aristóteles), como un leve fluido por donde viajaba la luz. Para otros el éter no existía y tenían que vérselas con el vacío absoluto y demostrar que la luz no era una onda (que no puede viajar por el vacío), sino una partícula.

En medio de estas discusiones, la propuesta de Einstein de un espacio curvo donde la suma de los ángulos de un triángulo equivale a más de 180º y dónde el tiempo es una dimensión más, resultaba novedosa y solucionaba otros problemas como explicar la gravedad, que ahora podía ser entendida como la curvatura del propio espacio. En una famosa predicción sobre la curvatura que se debería detectar en la luz de una estrella lejana atraída por la gravedad de otros cuerpos estelares, Einstein fue capaz de demostrar la curvatura del espacio, la luz como partículas, y sentó las bases de la física relativista que llega hasta nuestros días.