1.3.2.- Razón Práctica

Ahora que ya sabemos, nos toca hacer. Tomar las mejores decisiones y ejecutarlas del modo más eficiente que podamos. Este es el ámbito de la razón práctica, y aquí también nos encontramos con los mitos, la filosofía y la ciencia.

Estas tres actividades racionales nos proveen de valoraciones e indicaciones de qué debemos hacer. Así, por ejemplo, mucho mitos incluyen moralejas (consejos de conductas), como la de los cuentos infantiles, cuya misión es orientarnos en nuestras decisiones. Ni que decir tiene que todos los tratados de ética en Filosofía asumen esta tarea de orientar la conducta como propia, al igual que todas las ciencias de carácter práctico proporcionan en última instancia las pautas a seguir ya sea para sanar a un enfermo, o para construir un puente sobre el río.