¿Qué tipo de preguntas son estas que trata de resolver hoy día la Filosofía? ¿Qué campos de reflexión, de racionalidad, quedan aún fuera del alcance del conocimiento científico? Vamos a responder a estas preguntas señalando tres aspectos que diferencian, a día de hoy, la filosofía de la ciencia.
a) La especialización científica frente a la universalidad filosófica.
La primera y fundamental diferencia entre la ciencia y la filosofía hace referencia a algo de lo que ya hemos hablado: la especialización de la ciencia. El aumento de los conocimientos acumulados a lo largo de los siglos obliga a las personas que quieran conocer con profundidad alguna de las facetas de la realidad, a centrarse exclusivamente en esa faceta. Esta es una tendencia del conocimiento humano que podemos rastrear incluso en sus orígenes.
Frente a esta especialización, la Filosofía sigue manteniendo su aspiración de "saber universal". Una de las misiones que se asigna a si mismo la filosofía es la de servir de puente de conexión entre las distintas especialidades. Esta INTERDISCIPLINARIEDAD es cada día más valorada por la ciencia. Las aportaciones que la Física puede realizar sobre la Biología o viceversa son tan fructíferas que el desconocimiento mutuo es uno de los grandes lastres del desarrollo científico.
En la Filosofía, esta interdisciplinariedad resulta absolutamente indispensable además de por su eficacia. Hay sencillamente cuestiones tan absolutamente generales que para tratar de resolverlas debemos tener un conocimiento de la totalidad de la realidad lo más preciso posible.
Así, tomemos por ejemplo el conocimiento referente a la psiquis humana. Hasta que estas investigaciones no acumularon reflexiones, conocimientos y experiencias suficientes formaron parte de la Filosofía. Hacia finales del siglo XIX, un grupo de filósofos y psicólogos incipientes, dieron forma a una nueva disciplina independiente. Hoy día, autores como Freud o Nietzsche son figuras centrales tanto de la historia de la psicología como de la historia de la filosofía.
Sin embargo, y para continuar con nuestro ejemplo, los nuevos desarrollos de la Inteligencia Artificial, han exigido que la psicología vuelva a trabajar junto con la filosofía, con la informática, con las matemáticas, etc., dando lugar a una especie de nueva disciplina denominada Ciencia Cogntiva resultado de esta nueva exigencia de interdisciplinariedad.
Como resumen tenemos que la Filosofía aspira a ser una saber universal frente a la inevitable especialización científica, porque así lo exigen ciertos problemas que nuestra especie se plantea.